Cuando soy Palabras

Así es  Tenía planeado escribir estas líneas antes de la primera vuelta, pero por esas cosas de la vida las estoy escribiendo ahora. Soy una persona que realmente cree en la Humanidad, en su libertad, en su autonomía y en su poder de organización no formal. Creo que si realmente nos unimos para exigir, criticar y mejorar podemos hacerlo llegándonos a sorprender a nosotros mismos. Sin embargo también soy testigo de que esto muy pocas veces sucede, de que, en especial Chile, estamos sumidos en una individualidad que nos ha matado toda posibilidad de generar vínculos reales con nuestros pares, una desconfianza que nos separa para hacernos cada vez más gobernables, todas cualidades producto de un gran condicionamiento llamado capitalismo. Hoy, luego de haber conocido varias culturas latinoamericanas, luego de comprender como se maneja la naturaleza y -afortunadamente- hasta el día de hoy muchas comunidades indigenas, puedo comparar la vida en ciudad, en la máquina y entender cuánto da

Hoy Desperté leyendo un muy buen articulo sobra la resistencia y descolonización y los retos de hoy referentes a este tema. Aquí el link https://www.servindi.org/actualidad-opinion/13/10/2017/abya-yala-de-la-resistencia-la-decolonizacion Con palabras muy acertadas Ollantay Itzamná visibiliza la realidad de una resistencia que ha durado mas de 500 años y que hoy, justo hoy necesita más fuerzas que nunca. Si bien la corriente evolutiva nos empuja hacia allá, hacia el retorno a las raíces, hacia una vida más sana, respetuosa con la tierra y con nosotros mismos, existe una realidad  que vivimos todos los días y que es necesaria modificar. No se trata de dejar de lado las bondades de la globalización ni los avances que la inteligencia humana ha creado, sino mas bien, avanzar al siguiente paso de la inteligencia : hacer un uso moderado y equilibrado de estas bondades. No puede ser posible que nuestra evolución cognitiva y lógica nos lleve al borde del fin del mundo... Una sobre explot

Hoy, mirando la televisión nacional saturada de imágenes -pasadas o actuales- abundantes en sonrisas y humildad, propia de una fonda encendida llena de mortales chilenos intentando por un par de días olvidarlo todo. Olvidarlo todo para recordar la esencia de lo que llamaríamos el “típico chileno”:  esa alegría picaresca de la broma a flor de piel, de la rapidez de una carcajada sin vergüenza que, sonora y ruidosa, se abre paso a presentar una boca realista de pocos dientes. Hombres y mujeres cotidianas festejando, riendo, comiendo y disfrutando. ¿Pero entonces qué? Si el patrimonio cultural es la herencia cultural propia del pasado de una comunidad, mantenida hasta la actualidad y transmitida a las generaciones presentes y futuras - como diría una definición formal - ¿Porqué en esta fecha de “fiestas patrias” queremos olvidarlo todo, y sólo recordamos lo que pasó hace más de 200 años llamado “la independencia”? es como si por un par de días viajáramos en el tiempo, a la colo

"Por todas mis relaciones" Dice el antiguo y poderoso rezo Lakota... Rezo que en un Temazcal me enseñó lo necesario de estar siempre pendiente de nuestras relaciones, porque ellas nos van a hablar de cómo estamos nosotros por dentro, "como es adentro, es afuera" nuestras relaciones son un espejo de nosotros mismos. Durante mucho tiempo traté de aplicar este conocimiento adquirido y cuidar y observar mis relaciones, siempre en paralelo a mi interior, a mis procesos personales, a mis cambios de piel y mi expansión de conciencia. Y así cuidé cada una de mis relaciones, tratando siempre de entregar luz y bendiciones con el fin de sanar lo que haya que sanar para así sanar yo también. Y si bien todo iba marchando en mis relaciones de amistad y familia, había un tipo de relacion que había dejado de lado mucho tiempo, las "relaciones amorosas" (lo pongo entre comillas porque me parece que todas las relaciones que uno emprende son en base al amor). Hace unos