Cuando soy Palabras

El tiempo pasa y pasa rápido. Y es así que un día como hoy hace 17 años yo corría… Daba la vuelta a la manzana corriendo por las calles de Playa Brava, donde habitaba un guayabo y la sabiduría de un hombre mayor. Corría acompañada de un amigo que llevaba mi misma sangre. Corríamos, y corríamos felices porque había nacido nuestra hermana que hasta esa llamada telefónica no sabíamos qué sería.  Corríamos y gritábamos ¡Es niña! ¡Es niña! Hoy… hoy tengo ganas de correr, correr y dar la vuelta manzana, aunque no sea cerca de una playa ni con olor a guayabas, aunque sea a una distancia inimaginable de este hombre mayor y aunque sea lejos de esta niña que camina a pasos agigantados convirtiéndose en una hermosa mujer. Hoy tengo ganas de correr feliz y gritar ¡Negra Feliz Cumpleaños! Y declararle mi amor a esa enana hermosa tan distinta como igual a mi es. Hoy quiero decirle que no se me olvidan todas las tonteras que enternecían a una familia completa cuando una palabra era mal pronuncia

El tiempo pasa y pasa rápido: Lo que me movía antes, hoy no lo hace. Lo que me maravillaba antes, hoy ya no. Lo que disfrutaba en su momento hoy me cuesta más trabajo hacerlo. A veces siento que en estos últimos días, el trabajo ya no me agrada tanto como antes, ya no me río tanto de las bromas de mis compañeros, ya no tengo tanta energía como otros días. Pienso que quizás parte de este problema es que me he debido asumir a la fuerza como “Profesional” algo que definitivamente cuesta mucho por mi miedo crónico al tiempo. Pero además de esto hay algo que ha marcado profundamente mi rutina, refregándomela en la cara, haciéndome sentir la redundancia del trabajador en lo más profundo de mi ser. Y esto tiene un nombre: “Movimiento Estudiantil”  (Movimiento Social) Este movimiento me ha hecho sentir trabajadora, en la esencia más profunda. Y mi posición es triste, por que si bien egresé hace un par de meses, soy una afortunada de pertenecer a la minoría de profesionales que encuentran

En la lista integrada por el viejo caliente, hoy sumo un nuevo personaje que probablemente esté disputando el primer lugar con la típica y pintoresca “vieja gorda” detrás de la cual se ubica, la mina amargada, chora y gritona. Este personaje lo descubrí hoy a las 8:30 de la mañana, glorioso martes en el que ilusionada me levanté temprano con la esperanza de llegar a la hora al trabajo, sin embargo termine subiéndome a las 9 a.m. a un carro ☹ (no se si soy yo la cobarde, que si fuera animal en esta selva llamada metro hora punta, sería un asustado ratón. O realmente es imposible subir al puto carro) y cuando por fin logré embarcarme y hacer la combinación en los héroes –porque ahí comienza todo de nuevo- me toca justo delante, el condenado personaje “pololo protector” que creo se convertirá en el más odiado para mi. El típico macho alfa, que protege a su polola de la estampida que ocurre cada vez que las puertas del carro se abren y que alcanza su pic con el particular sonido y adv

Descubrí que le he bajado el perfil a mi defensa de título, la cual salió a la perfección, regalándome un lindo 62 resumiendo, en dos números, 4 años de sacrificios, alegrías, crecimiento… en fin una muy bien llamada: Carrera. Me acuerdo perfectamente como empezó esto y no fue llegando a Santiago. Fue mucho antes, en la cabeza de una niña soñadora del norte, de una niña que veía comerciales y los quería mejorar, de una niña que escribía poemas y ganaba pequeños premios, de una niña que quería ser monja, que se desenvolvió en un circulo social muy distinto al suyo, donde aprendió a duros golpes que, la puerta de su casa no se le abre a cualquiera, como también duramente aprendió, que el nombre del barrio donde ella vivía era motivo de burla para casi todos quienes la rodeaban. Así aprendió a ser fuerte y descubrió una de las herramientas que le ayudó para siempre: Escuchar poco y soñar harto. Y es hoy que miro hacia atrás y puedo ver todo más claro y quiero aprovechar la instancia p

¿Es posible ser niños por siempre? ¿Es posible que la vida NO nos golpee quebrándonos y haciendo de nosotros figuras rústicas, duras, filudas y dañinas? ¿Será posible, tan solo una vez mantenernos suaves, blandos e intactos por siempre? Esa vida es la que yo imagino, la que invento todos los días. . .UNA VIDA DE NIÑOS . . Llena de sorpresas, emociones inconstantes, sin trabas, sin filtros, sin vergüenzas, pero por sobre todo sin ganas de crecer. Esperando siempre el asombro me abro camino día a día por las ya tan usadas calles de Santiago que van tocando mis pies vírgenes de estas, pies que hasta hace unos años sólo conocían la suave arena de las playas de Iquique. Caminando noto que las chimeneas parlantes inundan el centro -miradas perdidas en la rutina y el crédito- Rostros duros, congelados por el “fin de mes”, que sólo se mueven para fruncir el ceño cuando otra chimenea les golpea el hombro. Sigo caminando, tosiendo, haciendo caso omiso a este grito de “madurez” qu

¿Es posible estar en el rubro de la publicidad, desconectado de la tecnología? LO DUDO. Triste pero cierto. Después de una lucha forjada POR AÑOS - Innumerables discursos usados muchas veces como armas capaces de mostrar ápices de inteligencia frente a mis pares en la adolescencia. - Incontables manifiestos “antisistema” . Creo que finalmente: La carrera, profes,  pares, en fin VIDA, han llevado a rendirme ante el absorbente poder de la tecnología y la globalización. Ayer un amigo, entre risas y risas escarbaba en un insight de cómo ha cambiado el uso del internet … pasando  por los eternos códigos de IRC, el FATAL llamado que cortaba la conexión a la red  o las 6 horas que se demoraba en bajar un video de 5 megas e incluso experiencias de programas con nombres que no puede identificar dado a mi diferencia generacional. Pero en fin, logre captar, reír y ovacionar casi todo su gracioso e improvisado monólogo. Y así pensé en cómo la tecnología y la globalización avanza a