Cuando soy Palabras

Vengo teniendo unos días medios peculiares hace un ratito, y la verdad debo creer que se trata del cambio de ciclo en la  edad de mi cuerpo o mi estadía en la tierra, eso normalmente llamado cumpleaños. Pero ¿qué es finalmente eso? ¿qué es un cumpleaños? Comprendo que es un ritual de conmemoración al  nacimiento de una persona, en el que su punto culmine es soplar una vela pidiendo un deseo, le hablamos al espíritu del elemento fuego y lo soplamos para que se cumplan… pero entonces ¿qué? He estado reflexionando a partir de que mi hermana pequeña fue madre de una hermosa criatura y hace poco celebramos su cumpleañito número uno; año de crecimiento importante en ella, la madre, como en el recién llegado ser. Y esta celebración no podía ser sino un parto, es entonces que en alguna de esas charlas post discusiones de estrés de los encargados del evento, mi hermana me revela una pensamiento que me costará olvidar: “Yo voy a hacer igual la celebración porque ese día es muy especial:

Todo comenzó un día especial, un día en el que se respiraba la necesidad de encontrar un lugar indicado para sembrar: Así lo vieron los abuelos y así se marcaría el destino de  todos quienes nacieran en él. Fue precisamente este día en que un enérgico Dragón y un brillante Sol decidieron salir a la aventura y lanzarse al más hermoso placer de todos: el de lo desconocido. ¿Qué los unía? –Entre otras cosas, el mismo destino y la misma luna. Comenzaron parando en un lugar que les pareció indicado para sembrar sus cuerpos por un momento a la espera de que un buen corazón los recogiera y los acercara, aunque sea un poco, al destino que compartían. Ese día corrió un viento muy fuerte que casi se lleva sus equipajes (y cuando hablamos de un Dragón y un Sol no deben ser pocos), sin embargo ese viento les entregaba energías para no desanimarse y seguir intentando un aventón. Fue entonces que un vehículo los levantó y comenzó el viaje. Algunos cerros más adelante se encont

Hoy es una noche sin luz por despistados todos quienes vivimos aquí, sin embargo,  la hermosa luz de las velas me recuerda cuanto odiaba la electricidad en algún momento... Algún momento bastante presente. Justo recién navegaba por fotos cuando me encuentro una bella imagen del fuego que me detuvo, atrapándome. Luego miro las velas encendidas que me acompañan y me vuelven a recordar tiempos en los que mi casa ideal estaba hecha realidad, donde un solo fogón central calentaba, cocinaba y reunía a todo un hogar. Es que la luz del fuego es hermosa, es viva... Tiene vida. Momentos de intensidad y momentos de paz. Danza con los elementos. Danza contigo: ES REAL El fuego es sagrado y sublime. Dicen por ahí que no ha de encenderse ningún fuego sin que signifique algo sagrado, y es que siempre el fuego ha sido parte de algún ritual desde el más cotidiano que es cocinar hasta los más peculiares. Acerca del fuego se dicen muchas cosas y cómo no, si es ancestral: Una